RALLT (Red por América Latina Libre de Transgénicos) –
**Texto publicado en el libro “Conversemos de soberanía alimentaria, agronegocio y agricultura campesina”1. Libro publicado con el financiamiento y apoyo de Action Solidarité Tiers Monde (ASTM).
Cuando hablamos de monocultivos de soya, de deforestación de los bosques amazónicos, de la Pampa Húmeda del Cono Sur, de los graves impactos que producen los transgénicos en los poblados que viven cercanos a los campos de cultivo, difícilmente pensamos que un importan- te porcentaje de la producción está destinada a la industria acuícola; es decir a la producción de peces y crustáceos.
De la misma manera, se piensa que la cría de mariscos y otros productos del mar en granjas acuícolas pueden ser una respuesta a la sobre exportación de organismos marinos.
Acuacultura en Ecuador
Aunque la Constitución del Ecuador declara de interés nacional la Soberanía Alimentaria, hay cada vez más impedimentos a su plena realización. Estos impedimentos nacen de políticas públicas y normativas, o simplemente por imposiciones del mercado, que privilegian cultivos destinados a la exportación o la agroindustria. Una de las actividades más crecientes es la cría de camarón para la exportación.
El Ecuador es un importante exportador de camarón. En 2021 fue el segundo exportador mundial de este crustáceo (sus exportaciones representaron el 24,9% del total mundial), antecedido por India. En julio de 2022 se registró un nuevo récord en las exportaciones de camarón de los últimos 20 años (Cámara Nacional de Acuacultura, 2022).
Desde la década de 1970 la acuacultura de camarón se expandió sobre el ecosistema del manglar; afectando además a las poblaciones locales que tradicionalmente han vivido de la extracción de productos del mangle, especialmente de concha y cangrejo. Ahora las camaroneras están incursionando en tierras agrícolas y humedales de importancia nacional. Estas nuevas piscinas camaroneras ocupan tierras que en otros momentos estaban dedicadas a la producción de alimentos. Es decir, estamos frente a un escenario en el que, en lugar de producir comida para la población estas tierras están dedicadas a la producción de commodities para la exportación. Hay también tierras dedicadas a la producción de balanceados para la acuacultura.
Uno de los insumos más importantes para la camaricultura ecuatoriana es la pasta de soya, que es el principal producto de importación agrícola de Estados Unidos. En 2021 el país importó 603.600 toneladas métricas de pasta de soya (de las cuales al menos el 99% eran de origen transgénicos), lo que significa un incremento del 4% del promedio de los 10 últimos años. El 60% de estas importaciones estuvieron destinadas a la producción de camarón de exportación. La industria camaronera es pues, el principal consumidor de transgénicos en el país (USDA, FAS, 2022).
El trigo es otro insumo en gran parte destinado a la camaricultura. En 2020, Ecuador importó 394 millones de dólares en trigo. Sus principales proveedores son Canadá, Estados Unidos, Argentina y Ucrania, pues el país es totalmente dependiente de las importaciones de este cereal. En 2020, año de la pandemia, en el que la mayor parte de actividades entraron en crisis, las tortas de soja, el trigo y los alimentos balanceados se incrementaron en un 27, 47 y 29 por ciento respectivamente. La mayor parte de estos productos estaban destinados a la industria camaronera, sector que creció ese año (El Universo, 2020). Este incremento en las importaciones de soya (transgénica), trigo y otros balanceados continuará aumentando en relación directa con la producción de camarones y aves en el país.
Hay otros balanceados que también son importados al país para servir a la industria acuícola, cuyas importaciones se incrementaron en un 215% del promedio en los últimos 10 años (USDA, FAS, 2022).
La importancia de los piensos para la industria camaronera ecuatoriana suscitó el interés de la empresa Cargill, la mayor comercializadora de granos del mundo. En 2018 Cargill abrió en el país una planta de nutrición acuícola, con las marcas Purina y Aquaxcel, donde se producirán 165 mil toneladas de balanceado al año, que representan el 20% de la demanda nacional acuícola en el país. El 30% se exportará a Perú y Centroamérica.
Estamos frente a un escenario en los empresarios camaroneros importan pasta de soya y trigo para la cría de camarones, y que a su vez exportan ese pienso (transformado en camarón) a esos mismos países.
Soya brasileña salmón noruego
Noruega produce el 37% de todo el salmón que se exporta en el mundo, siendo el líder en este rubro. A propósito de esto, las organizaciones Rainforest Foundation Norway/Regnskogfondet y Future in Our Hands produjeron un documento que destaca la dependencia de la producción de salmón en Noruega, y su relación con el cultivo masivo de soya en Brasil.
El informe señala que la industria del salmón noruega depende en gran medida del cultivo de soya en Brasil: la importación anual de concentrado de proteína de soya (SPC) por parte de la acuicultura noruega fue de 282 448 toneladas en 2017.
Los fabricantes noruegos de alimentos para peces son hoy en día los mayores importadores de soya a Noruega. La soya, en forma de concentrado de proteína de soya (SPC) de Brasil, es una importante fuente de proteína y un ingrediente clave en el alimento que consume el salmón de cultivo noruego. Como el mayor productor mundial de salmón de piscifactoría, Noruega importó SPC extraído de 670.000 toneladas de soya en 2015, para su uso en alimentos para peces. El 94% de esta soya vino de Brasil. Los fabricantes de pescado noruegos compran SPC a tres proveedores brasileños: Caramuru, Imcopa y Selecta, empresas en las que se centró el estudio.
Cada año se producen más de 100 millones de toneladas de soya en Brasil, cuyas plantaciones cubren más de 30 millones de hectáreas, lo que equivale, aproximadamente, a toda la superficie terrestre de Italia, tres veces la de Portugal y más de siete veces la de los Países Bajos.
El cultivo de soya está muy mecanizado y genera relativamente pocos puestos de trabajo para los trabajadores rurales. Además, requiere inversiones financieras sustanciales y plantaciones a gran escala para garantizar la viabilidad económica, al menos en las regiones donde la producción de soya se está expandiendo hoy. Esto conduce a riesgos sociales como la concentración de la tierra y la reducción de áreas para la agricultura familiar.
El cultivo de soya tiene impactos socioambientales importantes. Su expansión hacia nuevas fronteras agrícolas, especialmente en el bioma Cerrado, está destruyendo los bosques nativos, y produce impactos en las comunidades indígenas que generan conflictos por la tierra. El trabajo esclavo todavía se practica en algunas fincas de soya, junto con otras violaciones de los derechos laborales.
Además, se utilizan pesticidas altamente peligrosos, a menudo sin seguir las normas de salud y seguridad. Desde 2008, Brasil ha liderado el consumo mundial de pesticidas para cultivos por volumen total, lo que representa alrededor del 20% de lo que se comercializa en todo el mundo. Varias sustancias cancerígenas prohibidas en la Unión Europea y en otros países todavía están permitidas en las plantaciones. Entre 2000 y 2014, el consumo en Brasil saltó de alrededor de 170 mil toneladas a 500 mil toneladas anuales de pesticidas utilizados en la producción agrícola; es decir, se dio un incremento del 194 % en 15 años. Hay varios informes de envenenamiento en escuelas, comunidades rurales y ciudades en las regiones productoras de soya en Brasil.
El estudio revela casos relacionados con la red de negocios de soya que une a Brasil con el mercado noruego. El estudio descubrió que las tres empresas que proveen soya a la industria salmonera noruega (Caramuru, Imcopa y Selecta), están vinculadas con deforestación ilegal y utilización de mano de obra esclava. También presenta evidencias de conflictos por la tierra, irregularidades en el uso de plaguicidas y el avance del cultivo de soya sobre tierras indígenas.
El estudio también muestra la falta de transparencia por parte de algunas empresas que no estaban dispuestas a compartir información sobre sus políticas para hacer frente a los problemas aquí descritos.
El salmón es uno de los principales productos de exportación de Noruega. La industria del cultivo del salmón está experimentando un crecimiento exponencial, a nivel mundial y en Noruega. A nivel mundial, la acuicultura es el sector de más rápido crecimiento dentro de la producción de piensos. La producción mundial de salmón de piscifactoría ha tenido un crecimiento constante desde 2000. Aproximadamente 2,07 millones de toneladas de salmón se produjeron en todo el mundo en 2012. Más del 60 % provino de Noruega. A las autoridades noruegas les gustaría que la industria de la acuicultura se quintuplicara para 2050.
Aunque en Noruega, los fabricantes de alimentos y piensos deben utilizar soya no transgénica, esto no significa que la producción de soya no transgénica no implique daños al ambiente y la sociedad como los descritos arriba.
Pescando el pienso
Una publicación de las organizaciones Changing Markets Foundation, Compassion in the World Farming y Rethinking Fish analiza los impactos de la acuacultura en los mares, especialmente en relación con la producción de piensos basados en harina de pescado; uno de los principales insumos de esta industria.
La acuicultura es presentada como una solución a la sobrepesca crónica de los océanos. Pero bajo la superficie se encuentra una de las prácticas industriales más insostenibles del planeta.
Más de la mitad de los alimentos marinos que se consumen en el mundo son producidos en granjas acuícolas; siendo el sector de producción alimentaria de más rápido crecimiento en el mundo: los mariscos cultivados representarán el 60% del consumo mundial de pescado en 2030.
Existen pesquerías de reducción2 instaladas en varios países del mundo, principalmente en el hemisferio sur, donde Perú, China, Tailandia, Chile y Vietnam dominan actualmente la producción de harina de pescado. En el hemisferio norte, los Estados Unidos, Dinamarca, Japón, Noruega e Islandia tienen una parte considerable del mercado.
Dinamarca comercia principalmente harina de pescado y aceite de pescado y absorbe la mitad de todo el aceite de pescado que se importa a la Unión Europea. Para la elaboración de harina y aceite de pescado, este país importa miles de toneladas de pescado de Perú.
Noruega es el principal proveedor de aceite de pescado para la Unión Europea y es un importante consumidor de harina de pescado, porque es el mayor productor de salmón de granja.
Alemania actúa como centro comercial de harina de pescado y fue responsable de casi la mitad (47%) de las importaciones provenientes del exterior de la Unión Europea en 2016 y una tercera parte (30%) en 2017. Alemania habitualmente recibe el suministro de Perú, pero en 2017 importó la mayoría de su harina de pescado de Marruecos.
En los últimos años, como resultado del aumento de la demanda en los principales mercados, algunos países de África Occidental han comenzado también a producir harina y aceite de pescado.
Perú y Chile operan la pesquería de reducción más grande del mundo con la captura de anchoveta peruana. Perú exportó alrededor de 480 mil toneladas de harina de pescado a China en el primer semestre 2018; esto significa que las 4/5 partes de la harina de pescado de Perú se exporta a China.
Casi la mitad de la harina de pescado producida en todo el mundo proviene de los peces capturados por las pesquerías en el Sudeste Asiático. La harina de pescado producida en el Sudeste Asiático se utiliza en las industrias de acuicultura de la región, en particular para el cultivo de camarones. Sin embargo, los datos son escasos y no han sido actualizados en la mayoría de los países. En China se encuentra la industria acuícola más grande del mundo y es el principal consumidor e importador de harina de pescado.
India es el más grande exportador de camarón del mundo; su creciente sector de cultivo de gamba hace que sean un consumidor clave de harina de pescado.
Los peces de granja a menudo son criados en corrales de red con una alta densidad. Los peces y mariscos cultivados son alimentados con piensos comerciales fabricados por una industria multimillonaria. Para producir este pienso, miles de millones de peces son extraídos de los océanos, y son troceados y prensados para fabricar harina y aceite de pescado.
Pueden ser necesarios hasta 5 kg de pescado silvestres para producir 1 kg de harina de pescado. Casi todos estos peces silvestres podrían ser empleados para alimentar directamente a las personas; la industria de los piensos para acuicultura priva de un alimento básico a comunidades vulnerables, crea problemas en las pesquerías de pequeña escala y, en consecuencia, genera hambre.
Además, las pesquerías de reducción, están saqueando el océano en busca de alevines para ser cultivados en las granjas piscícolas, y están explorando usar nuevas especies para ser cultivadas en granja, las que anteriormente no tenían interés comercial.
Al vaciar los océanos, se pone en peligro la vida marina, porque se desestabilizan las redes tróficas. De entre las distintas pesquerías, la pesca comercial de arrastre es una de las más peligrosas, porque está llevando a los océanos al borde del colapso, y las poblaciones mundiales de peces están colapsando. El 93% de las poblaciones de peces marinos han sido explotadas hasta llegar a sus límites biológicos, o han sido sobrepescadas, lo cual pone en peligro a la vida silvestre y a la vital fuente de alimento que ésta significa.
Los peces forrajeros pequeños (incluidas las sardinas, las anchoas, la caballa y el arenque) y los crustáceos (principalmente el krill) son el enlace clave en las redes tróficas marinas, transfiriendo energía a niveles tróficos más altos, los depredadores (como el atún, el salmón, el bacalao, los tiburones y las ballenas). Estos son muy nutritivos, pues contienen vitaminas, minerales y ácidos grasos, especialmente Omega-3. Paradójicamente, son estos atributos que amenazan su existencia, ya que son muy buscados como “materias primas” para la acuicultura intensiva.
A pesar de la limitada información pública disponible, el informe muestra que varios de los principales productores de piensos acuícolas que abastecen a los mercados mundiales, incluidos Skretting, BioMar, MOWI y Cargill, empresas que obtienen o han obtenido recientemente materias primas e ingredientes marinos de países de África Occidental y de América Latina.
Todo este colapso de la vida marina está asociado con la acuacultura, donde peces silvestres son transformados en pienso, para alimentar peces cultivados y marisco, que terminan en el plato de los consumidores.
Pie de pagina:
- Elizabeth Bravo (ed.), “Conversemos de soberanía alimentaria, agronegocio y agricultura campesina”, de la serie Investigaciones Comunitarias de la Naturaleza, Tomo II, Diciembre 2022, p. 220.
- Pesquerías que se dedican principalmente a la producción de harinas de pescado y aceite
Referencias
- Cámara Nacional de Acuacultura de Ecuador (2022). Estadísticas. https://www.cna-ecuador.com/estadisticas/
- Changing Markets Foundation, Compassion in the World Farming y Rethinking Fish (2022). Fishing the feed. https://www. shingthefeed.com/es/ https://changingmarkets.org/wp-content/uploads/2019/04/SPANISH- WEB-EX-SUMMARY-UNTILL-THE-SEAS-DRY.pdf
- El Universo (2020). Industria camaronera impulsa aislados crecimientos en importaciones. Compra de insumos como las tortas de soya, el trigo y el alimento balanceado crecieron 41%. https://www.eluniverso.com/noticias/2020/06/28/nota/7888074/pro- ductos-importaciones-alza-balanceados-cereales-crisis-covid-19/
- Salmón con soya: deforestación y confiicto por la tierra en Brasil” https://www.framtiden.no/aktuelle-rapporter/849-sal- mon-on-soy-beans-deforestation-and-land-con ict-in-brazil/ le.html
- RALLT (2022). Salmón noruego, soya brasileña. http://www.rallt.org/boletin/boletin%20760-860/Bol.915.pdf
- USDA FAS (2022). Ecuador: Grain and Feed Annual. • USDA – FAS (2020). Ecuador: Agricultural Biotechnology Annual Report Number: EC2019-0009