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Tom Kucharz, Raquel Luna –

De acuerdo a Pedro Ramiro y Juan Hernández Zubizarreta, los autores del informe, el plan de la nueva Comisión Europea se puede resumir como “militarización, fronteras y extractivismo”. El informe describe las intersecciones entre estos tres pilares, los cuales se construyen de las políticas de defensa, migración y comercio de la Unión Europea (UE). El informe advierte que la UE se encuentra en un proceso de transición de una economía verde y digital a una verde oliva o verde militar.[1]

El reposicionamiento de la UE en el mundo

“La pandemia y la guerra han hecho saltar las costuras de la UE”, comienza el reporte describiendo a la UE como una potencia en declive enfrentada a lo que llama el (des)concierto global. Actualmente, la UE confronta a nivel económico estancamiento, inflación y endeudamiento; a nivel social crecen las desigualdades y la pobreza; y a nivel ambiental, los ecosistemas se degradan y resulta necesario continuar saqueando otros territorios.

Bajo estas condiciones, “El refuerzo de la tríada militarización-fronteras-extractivismo dirige las políticas europeas, que se despliegan internacionalmente a través de un renovado pack normativo con el que la UE trata de resituarse en el (des)concierto global. Junto al incremento de los presupuestos militares, la reindustrialización a través de la fabricación de armamento y el blindaje de la Europa fortaleza a través de la externalización de fronteras, la Unión Europea ha rediseñado sus instrumentos de soft power para proyectarse a nivel global”, recalcan Ramiro y Hernández Zubizarreta en la introducción del informe.

Los planteamientos de la UE (desde la transición energética al reordenamiento de las relaciones internacionales) se siguen «vertebrando» en el crecimiento económico (imposible en un planeta finito) y su discurso de la “desmaterialización de la economía” se resume en la externalización de los impactos ecológicos y sociolaborales mediante la deslocalización hacia terceros países (sobre todo el Sur global). En los años anteriores, las elites del sistema capitalista se decantaron por la transición energética y la digitalización como las dos claves del reacomodo empresarial. Ambos procesos siguen consumiendo ingentes recursos energéticos y minerales que vienen importados del exterior y profundizando un modo de vida imperial que agrava las violencias y zonas de sacrificio en los territorios donde se extraen.

El reporte introduce en cómo la actual recomposición capitalista de la UE añade a los sectores «verde» y «digital» (siguen siendo sectores clave) el eje militar-securitario (en particular con la guerra en Ucrania y el genocidio en Gaza) resultando en la lógica belicista del poder económico y político, los aumentos en presupuestos militares, el auge en la fabricación de armamentos e industria espacial así como en el blindaje de las fronteras exteriores e interiores de la UE entorno al enemigo «la migración».

Todo ello queda plasmado en la nueva Agenda Estratégica 2024-2029, en la que priman las políticas de seguridad, defensa, migración y militarización. El Consejo Europeo aseveró que “si queremos paz, debemos prepararnos para la guerra” y la necesidad de “pasar a una «economía de guerra»[2]. «Economía de guerra ya no es sólo la metáfora utilizada en los tiempos de la pandemia de la covid19 para justificar la intervención del Estado en la economía, ahora opera en sentido literal».

El informe se divide en cuatro partes. La primera analiza los pilares, las estrategias, las ideas fuerza y las dinámicas de la UE en el reposicionamiento geopolítico de la UE. La segunda parte profundiza en el pilar comercial en la geopolítica de la UE y explica directrices y herramientas. En la tercera parte ahonda en los acuerdos de la UE con Chile y el Mercosur y termina con propuestas para la acción.

 

Pilares, estrategias e ideas fuerza

En el plano discursivo y comunicativo, la UE ha tratado de proyectarse siempre como la versión amable de la globalización capitalista “preocupada” por el medio ambiente y derechos humanos en el mundo. Esta imagen contrasta con su largo historial de colonialismo, apoyo a dictaduras, diplomacia comercial y su dependencia de materiales -como la energía fósil- que se han suministrado causando sistemáticas violaciones de derechos humanos e incluso guerras. La ofensiva normativa de la UE -sea en migración y asilo, materias primas, inversión y comercio, control y externalización de fronteras, inteligencia artificial, mercado eléctrico, reglas fiscales- sigue profundizando la lógica extractivista y neocolonial causante de la crisis socio-ambiental global.

El informe señala las múltiples interacciones entre los tres pilares (o ejes de actuación de la UE) -defensa, migraciones y comercio. Estos determinan la arquitectura política y jurídica de la UE. Los pilares son reimpulsados a través de la actualización de las estrategias políticas de militarización, control de fronteras y extractivismo. Finalmente, las estrategias son justificadas por tres ideas fuerza: autonomía estratégica, seguridad y soberanía. Estas ideas fuerza sirven de narrativas para justificar los daños causados por el reposicionamiento geopolítico de la UE.

Fuente: el informe.

 

Ramiro y Zubizarrieta describen un ejemplo de las dinámicas entre los pilares como sigue (ver el cuadro 4 abajo): la militarización se liga a la migración a través de la externalización de fronteras, en particular Frontex que tuvo un aumento de presupuesto de 55% entre 2019 y 2022. Por otro lado, el pilar de defensa (militarista) se conecta al de comercio (extractivista) a través de la inclusión de titanio y aluminio (en respuesta a los lobbies de la aeronáutica y la fabricación de armamentos) en la lista de materias primas estratégicas de la Ley Europea de Materias Primas Fundamentales[3]. Mientras que, por otro lado, el pilar migración y comercio están ligados por el “macro programa de colaboración público-privada Global Gateway” donde las asociaciones estratégicas, especialmente en África, combinan control de fronteras con tratados comerciales y/o de cooperación.

Fuente: el informe.

 

Pilar de defensa y estrategia de militarización

Este pilar es la clave de la redefinición geopolítica de la UE. La invasión de Ucrania en la frontera oriental de la UE ha hecho que la sociedad europea acepte sin mayor reserva el apoyo armado a Ucrania y el incremento en los presupuestos de defensa. Esta doctrina de shock militar ha sido acompañada de una ideología militarista, donde por ejemplo el canciller alemán declara que “debemos pasar de la fabricación a la producción en masa de armamentos” y se empuja por una planificación a nivel europeo. El Transnational Institute (TNI) evidencia las más de 40 operaciones militares de la UE a partir del 2003 en Europa, África y Asia para concluir que básicamente se limitan a defender los intereses europeos afectando negativamente a las comunidades locales.[4]

El informe denuncia que en el 2023 se alcanzó un récord mundial de gasto militar: 2,44 billones de dólares (6.8% más que el año precedente y 2.3% del PIB mundial)[5], estando Estados Unidos a la cabeza (37% del gasto total). Pero también los países de la UE tuvieron la mayor subida desde la guerra fría, un incremento de 16%. Justamente, porque las políticas de la UE están subordinadas a los intereses geopolíticos y geoestratégicos de los Estados Unidos y, por ello, bajo el paraguas de la OTAN, que exige el incremento de gastos militares: en el 2014, los estados europeos pertenecientes a la OTAN gastaron 235.000 millones de dólares (1.47% del PIB de media), en el 2023 fueron 347.000 millones (1.85%); y en el 2024 se espera se gasten 380.000 millones (2%).

En este punto, debemos recordar que desde la Segunda Guerra del Golfo, y tras el enfrentamiento entre la “Vieja Europa” (Francia y Alemania), por un lado, y los Estados Unidos, por el otro -apoyados por el Reino Unido (entonces todavía en la UE), España, Italia, Portugal y buena parte de los países del Este de Europa- en el Consejo de Seguridad con ocasión de la invasión de Irak, y la división de la OTAN al respecto, se viene asistiendo a una paulatina recomposición del vínculo transatlántico, y a un realineamiento de la UE tras la estela de EEUU en Oriente Próximo y Medio (no sin tensiones).[6]

La Estrategia Industrial de defensa europea[7], presentado por Von der Leyen, busca esta reindustrialización militar que espera que para el 2030 al menos el 50% de las adquisiciones militares sean realizadas dentro de la UE. Además, las nuevas reglas fiscales de la UE consideran al gasto público en armamento y seguridad como prioritario hasta el punto que en los planes de reducción de deuda (Pacto de Estabilidad y Crecimiento), los estados europeos tienen que especificar cómo van a blindar los gastos militares. Igualmente el Fondo Europeo de Defensa (FED) que es un programa de financiación de proyectos de investigación y desarrollo militares es otra vía para fomentar la militarización.

Pilar migración y estrategia de control de fronteras

El control, la militarización y la externalización de las fronteras han sido prioritario para la UE, tanto que a finales del 2023 se ratificó el Pacto Europeo de Migración y Asilo[8], aplaudido tanto por la extrema derecha, los conservadores y la socialdemocracia. Este reglamento dificulta las condiciones para solicitar asilo, alarga los tiempos de detención, consolida la externalización de las fronteras y potencia la criminalización del trabajo humanitario.

Este pacto se suma a los convenios de cooperación con otros países restringiendo los pocos derechos de las personas que migran. Hay más de 27 instrumentos legislativos y políticos que sustentan el control fronterizo primero en los límites de la UE y que ahora se extiende a África y el Oriente Próximo creando fronteras verticales deteniendo a las personas migrantes y personas en búsqueda de refugio en su país de origen o en la ruta de tránsito.

Uno de los últimos acuerdos se firmó con Egipto que brinda 7.400 millones a la dictadura militar a través del Global Gateway para que se bloquea a las personas desplazadas que huyen del genocidio en Palestina. Con estos mecanismos, la UE subcontrata los abusos sobre los derechos humanos y las violaciones del derecho internacional. Se firmó acuerdos similares con Túnez, Turquía, Marruecos, Senegal, Mauritania o Sudán.

Mapa tomado del reporte.

Pero la UE también causa abusos y violaciones de derechos humanos a través de Frontex. Frontez está acusada de crímenes de lesa humanidad. Proporcionó, por ejemplo, a una milicia paramilitar vinculada al grupo Wagner la localización de barcos en el Mediterráneo poniendo en peligro la vida de cientos de personas.

El informe concluye que la estrategia de militarización y control de fronteras están estrechamente relacionadas, fomentando una visión racista de la migracion como una “amenaza” para la OTAN y un “peligro” potencial para la UE.

Pilar comercio y estrategia de extractivismo

El discurso dominante es que “gran parte del progreso económico y social cosechado” ha sido gracias a la “apertura internacional”[9]. Van der Leyen afirma que la “economía dependerá cada vez más del comercio internacional” y con la transición, será necesario abrir mercados y acceder a “insumos para la industria”.

Aunque la UE se haya retirado del Tratado de la Carta de la Energía, gracias a la campaña de la sociedad civil, la Comisión Europea está impulsando muchos otros acuerdos similares con México, el MERCOSUR, Australia, India, Indonesia o Filipinas (además de nuevas infraestructuras energéticas, por ejemplo de “hidrógeno verde”). Además, hay decenas de acuerdos en vigor que deberían ser abolidos porque solo sirven para blindar los intereses de las multinacionales europeas.

Las relaciones comerciales intensifican el extractivismo en un contexto de creciente competencia por recursos cada vez más escasos (tensiones geopolíticas con China, India y Rusia). Con la agenda de inversiones llamado Global Gateway y la nueva oleada de acuerdos comerciales la UE persigue un objetivo claro: asegurar el acceso de las transnacionales europeas a los mercados y las materias primas esenciales para el desarrollo del capitalismo verde y digital. El fin es garantizar la posición de la UE en las cadenas de suministro en esta nueva geopolítica mundial de la energía y recursos donde se comercializan los insumos del capitalismo verde y digitale. Esto crea nuevos conflictos y guerras por los recursos, en muchos casos en el Sur global.

La UE ha aprobado la Ley Europea de Materias Primas Fundamentales y firmado diez acuerdos de asociación estratégicos sobre materias primas. La UE tiene particular interés en el triángulo de litio (para la producción de baterías entre otros), situado entre Bolivia, Chile y Argentina. En un año de negociaciones se renovó el acuerdo comercial con Chile, el mayor proveedor de litio. Una de las razones para cerrar el acuerdo con el MERCOSUR es el suministro de minerales (litio, níquel y niobio), además de productos agroindustriales (soja, aceite de palma, madera, caña de azúcar, algodón, etc.) que incluso sin tratado firmado son fuentes de violencia, empobrecimiento y destrucción ambiental.

La política comercial de la UE es una causa estructural de la emergencia ambiental y social global así como de las violaciones sistemáticas de los derechos humanos en el mundo.

El mantra que lo justifica todo

El discurso de la UE ha estado marcado por tres mantras: autonomía estratégica, seguridad y soberanía[10]. Primero, se refuerza la apuesta militarista gracias a la noción de autonomía estratégica abierta. Una autonomía estratégica abierta ligada más a la economía política que a su vínculo tradicional al ámbito militar pues se impulsan “importantes medidas reglamentarias, fiscales y estructurales”.[11] Con este concepto se refuerza el control de fronteras, materias primas y rutas comerciales. Se redefine la seguridad para finalmente avanzar la dinámica militarista y extractivista.

Segundo, el concepto de seguridad se expande en tres sentidos con el fin de dar estabilidad a las clases medias europeas. Primeramente, la lógica securitaria (ya sea en lo económico, político o social) es usada por estados europeos para fundamentar “las crecientes políticas autoritarias, disciplinarias y represoras” que justifican medidas represivas calificando ciertos colectivos o conductas como amenazas de seguridad (como la protesta o la poblacion migrante). Luego, con el aviso de peligro inminente de un ataque de Rusia se sigue la pauta de la OTAN (y Estados Unidos) y se justifica la militarización a nivel europeo. Asimismo, la seguridad se extiende al suministro de energía y materiales, es decir a la seguridad económica así como jurídica.

Tercero, (ante la inestabilidad internacional) el concepto de soberanía sirve para reposicionar a la UE en las cadenas de suministro y diferenciarse “al rescatar el derecho internacional” con los valores europeos. La soberanía es contradictoria puesto que resulta a través de la dependencia de los combustibles fósiles y minerales críticos en el exterior. El escenario factible es que la UE cuenta con apenas 10% de los minerales críticos dentro de sus fronteras. De allí la imperiosa necesidad de acuerdos comerciales, en competencia con China y otras potencias de los BRICS.

El papel del Estado

El estado juega un papel fundamental en la imposición del régimen de guerra y endeudamiento privatizando los beneficios y socializando las pérdidas, entre otras con recortes sociales (austeridad), rescates del capital y condicionalidades (pérdida de derechos laborales, cambios en el sistema de pensiones, etc.) y un marco fiscal europeo que carga los costos de la crisis sobre las mayorías sociales.[12]  “Los estados centrales han entrelazado sus intereses con los de las grandes corporaciones” pues reactivan la economía de la mano del capital transnacional y guían la transición capitalista hacia los nuevos negocios. De hecho, los estados son “la única tabla de salvación del capital transnacional”, concluye sus autores. Por ello, el informe invita a denunciar y movilizarse contra la dirección que ha tomado la UE y la narrativa de “salida de la crisis”.

Resumen del informe: La Unión Europea y el capitalismo verde militar: materias primas y acuerdos comerciales para el extractivismo neocolonial escrito por Juan Hernández Zubizarreta & Pedro Ramiro (2024). Publicado por Ecologistas en Acción y el Observatorio de Multinacionales en América Latina (OMAL) – Paz con Dignidad.

**Tom Kucharz es activista e investigador independiente, Madrid


Notas:

[1] ZUBIZARRETA, J. H., RAMIRO, P. R. (2024), “La Unión Europea y el capitalismo verde militar: materias primas y acuerdos comerciales para el extractivismo neocolonial”,  Ecologistas en Acción and Observatorio de Multinacionales en América Latina (OMAL) – Paz con Dignidad., 3 July 2024, https://www.ecologistasenaccion.org/317260/la-ue-y-el-capitalismo-verde-militar-materias-primas-y-acuerdos-comerciales-para-el-extractivismo-neocolonial/  (viewed 25 September 2024).

[2] European Council (2024), ”If we want peace, we must prepare for war”, 19 March 2024, https://www.consilium.europa.eu/es/press/press-releases/2024/03/19/if-we-want-peace-we-must-prepare-for-war/ (viewed 25 September 2024).

[3] https://commission.europa.eu/strategy-and-policy/priorities-2019-2024/european-green-deal/green-deal-industrial-plan/european-critical-raw-materials-act_es

[4] Ni Bhriain, N., Valeske, J. (2024), “Under the Radar. Twenty years of EU military missions”, Transnational Institute, 20 May 2024, https://wri-irg.org/en/story/2024/under-radar-twenty-years-eu-military-missions (viewed 25 September 2024).

[5] Stockholm International Peace Research Institute (2024), Global military spending rises amid wars, rising tensions and insecurity, 22 April 2024, https://www.sipri.org/media/press-release/2024/global-military-spending-surges-amid-war-rising-tensions-and-insecurity (viewed 25 September 2024)

[6]  FERNÁNDEZ DURÁN, Ramón (2005) ¿CONSTRUYENDO “EUROPA” MANU MILITARI. Desmontar el “Choque de Civilizaciones”, y frenar las derivas securitarias y militaristas, para caminar hacia otros mundos posibles. Epílogo del libro “La compleja construcción de la ‘Europa superpotencia”, editado por Virus.

[7] Directorate-General for Communication of the European Commission (2024), First-ever European defence industrial strategy to enhance Europe’s readiness and security, 5 March 2024, https://commission.europa.eu/news/first-ever-european-defence-industrial-strategy-enhance-europes-readiness-and-security-2024-03-05_en (viewed 25 September 2024).

[8] https://commission.europa.eu/strategy-and-policy/priorities-2019-2024/promoting-our-european-way-life/migration-and-asylum/pact-migration-and-asylum_en

[9] Dicho por Pedro Sanchez unos meses antes de la presidencia española del Consejo de la UE. “Pedro Sánchez: “Impulsar la Autonomía Estratégica Abierta será una de las prioridades de la presidencia española de la UE””, La Moncloa (2023), Pedro Sánchez: “Impulsar la Autonomía Estratégica Abierta será una de las prioridades de la presidencia española de la UE”, 6 February 2023,

[10] Ursula van der Leyen modificó ligeramente el mantra durante su discurso ante el Parlamento Europeo el 18 de julio del 2024 a “defensa, competitividad y vivienda”. https://es.euronews.com/my-europe/2024/07/18/von-der-leyen-apuesta-por-defensa-vivienda-y-un-presupuesto-renovado-para-su-reeleccion

[11] Oficina Nacional de Prospectiva y Estrategia, Resilient 2030. A future-oriented approach to reinforce the EU’s Open Strategic Autonomy and Global Leadership, Gobierno de España, 2023. 25

[12] Con el Pacto de Estabilidad y Crecimiento de la UE. Ver https://economy-finance.ec.europa.eu/economic-and-fiscal-governance/stability-and-growth-pact_es y https://commission.europa.eu/document/download/a73a05d4-8afd-4d92-a748-3248ee00e170_en?filename=COM_2024_600_1_EN.pdf